Roxana Amed presenta su nuevo álbum Ontology

Aislamiento, nostalgia, una sensación de no pertenecer, vivir en el entremundo, son temas que habitan desde siempre las canciones de Roxana Amed. Ontology, el reciente trabajo de la cantante y compositora argentinalanzado por Sony Music US Latin, es la culminación de un viaje de 6 años, colmado de esas mismas consideraciones, que condujo a Amed a reafirmar su identidad musical liberada de géneros o geografías.

“Conseguí finalmente encontrar un lugar desde donde observarme a mí misma como una artista argentina y también como una artista estadounidense considerando las variadas tradiciones y raíces de este país”, reflexiona Amed desde su casa en Miami. “Eso es lo que descubrí que ocurre ontológicamente con esta música. Estoy parada en la fusión, en la confluencia de esos dos mundos. En ese sentido, creo que este álbum es el que mejor me representa.”

Nacida en la Ciudad de Buenos Aires, Amed ha vivido fuera de su país desde 2013 y es reconocida en su país natal como una de las voces más importantes en el jazz argentino, haciendo convivir folklore argentino y rock con jazz, un lenguaje plasmado en una carrera de seis álbumes y un DVD, así como a través de múltiples presentaciones, colaboraciones y reconocimientos. Ontology, su séptimo trabajo, es una colección de música original creada e interpretada durante los últimos años.

Principalmente sostenido por un quinteto, Ontology presenta unos músicos que con maestría fluyen alrededor de la cantante, que a su vez lidera con el tono rico y profundo de su instrumento. Martin Bejerano en piano y Mark Small en saxo como compositores y miembros fundadores del proyecto, y en las diferentes sesiones, Edward Perez, Lowell Ringel y Carlos De Rosa en contrabajo, Ludwig Afonso y Rodolfo Zuniga en la batería, y las guitarras eléctricas de Tim Jago y Aaron Lebos. Producido por Amed, el álbum fue grabado en el icónico estudio de Miami The Hit Factory/Criteria Recording Studios, en tres sesiones comenzando en marzo de 2019 y culminando en agosto de 2020, en medio de una pandemia global. “Fue difícil, para mí, percibir la continuidad creativa y de producción con las pausas y las distancias”, dice Amed.
 
Sin embargo, Ontology resultó en un trabajo sin fisuras –catorce temas construidos para transitar con la aterciopelada voz de Amed como una fuerza unificadora. Amed domina el arte de disolver distinciones lingüísticas. “Mi desafío siempre fue encontrar un sonido nutrido por la tradición vocal del jazz de los Estados Unidos, pero en castellano,” dice Amed. “…donde pudiera hacer scat  fluidamente. Quería que ambos idiomas pudieran convivir en un mismo trabajo.”
 
En el tema de apertura del disco, “Tumbleweed”, Amed teje una melodía cautivante con sus palabras en inglés, con su tono oscuro como la línea del saxo de Mark Small, compositor de la música. “Chacarera para la mano izquierda,” fue originalmente una pieza instrumental que Bejerano compuso acercándose a una chacarera, pero en la percepción de Amed, el dominio rítmico del pianista le dio una impronta sólida tanto en la música con raíces latinoamericanas así como en el swing, y decidió escribir esa letra como un tributo a ese virtuosismo.
 
Amed re-imagina “Virgo” de Wayne Shorter, vistiendo esa maravillosa melodía con sus palabras, aprobadas por el gran compositor; incluye un arreglo original de Kendall Moore para “Blue in green” de Miles Davis con letra de Cassandra Wilson con la vertiginosa guitarra de Tim Jago, y revisita dos obras, originalmente para piano, de Alberto Ginastera –parte de la suite Danzas Argentinas- “Danza de la moza donosa”, con letra de Amed y la “Danza del viejo boyero”, una versión con agitadas improvisaciones por parte de Amed, Bejerano y del baterista Rodolfo Zuniga.
 
El tema que lleva el nombre del álbum “Ontology” y el up-tempo “Milonga por la ausencia” traen un aire porteño y su sofisticación urbana. “Amor”, con su resonancia de jazz rock, presenta un mundo de transformaciones en su letra, acompañada por la incorporación de distintos músicos, Aaron Lebos aportando su dosis de jazz rock en la guitarra eléctrica, y la intensa improvisación de Mark Small, creando una atmósfera de exaltación épica. El tema final de este álbum “Winter”, un sigiloso dúo de voz y piano, le da cierre a una serie de preciosas piezas que consolidan a Amed como una artista políglota de jazz y a una productora audaz.