Las Pelotas logró ascender un peldaño más de su madurez sonora en «Es así», su nuevo disco de estudio que hoy sale a la venta, a partir de una ampliación de su universo musical, una notoria seguridad en los objetivos que persigue en su búsqueda estética y un aplomo que se refleja en las interpretaciones y en las líricas.
A lo largo de unos 37 minutos de música, desplegados en diez flamantes composiciones, el grupo alcanza un equilibrio justo entre la emoción que no empalaga, el toque rockero que no cae en el desenfreno de altos tempos y estridencias sin sentido; y letras melancólicas que reflexionan sobre un pasado, pero desde un presente que no espera ni depende de respuestas reveladoras.
«Llegamos a dónde queríamos llegar. Es un disco que está cargado de emoción, de realidad y de buena energía. Eso es groso, porque es muy fácil imaginarse las cosas, sobre todo en la música, pero el tema es poder concretarlas. Después de escuchar tres millones de veces los temas, los pongo y me siguen gustando y me dan ganas de escucharlos. Es una buena señal», dijo a Télam el líder del grupo, el guitarrista, cantante y compositor Germán Daffunchio.
Sin embargo, el músico reconoció que el grupo cuenta con una metodología de trabajo grupal en donde «todos estamos esperando llegar a determinado punto en cada tema y, si no sale, se busca otro», por lo que los resultados finales siempre suelen ser satisfactorios para sus propios oídos.
Lo cierto es que «Es así», la placa que sucede al también destacable «Brindando por nada», de 2016, invita a una escucha atenta que, como ocurre con muchos discos clásicos, no se agota en una primera instancia.
Un meticuloso tratamiento sonoro; un entramado de arreglos que se sostienen; en algunos casos en los teclados; y en otros en el trabajo de guitarras; y una criteriosa sección rítmica que logra sobresalir sin buscarlo, sirven de soporte para composiciones que, casi de manera inédita en la historia de la banda, dan cuenta de importantes influencias, aunque seguramente, en la mayoría de los casos, de manera inconsciente.
En tal sentido, la canción «Mira» pareciera rendir un velado tributo en su introducción a «Ashes to ashes» y la base que marca la guitarra a «Rebel, rebel» de David Bowie; así como en «Ya lo sabes» subyace una base bailable que remite a la Electric Light Orchestra; o «Siéntate y espera» juguetea con algunas marcas beatles, sobre todo en el solo de guitarra de inspiración «harrisoneana» o los teclados que accionan como parientes lejanos al mellotrón de «Strawberry Fields Forever».
«Con el paso de los años, la tecnología acompañó de una manera alucinante y para uno, que hizo música con dos pedales y una cinta de una pulgada, eso es un montón de herramientas alucinantes que ayuda mucho en la terminación del cuadro. Además, los viejos tenían razón. La experiencia en la vida es mucho. Generalmente, ayuda a que disfrutes más las cosas», mencionó Daffunchio a esta agencia cuando se le consultó sobre la evolución sonora del grupo.
Así aparecen arreglos de cuerdas ideados por el tecladista Sebastián Schachtel en «Hasta que el sol», con violines ejecutados por Alejandro Terán y Javier Casalla en calidad de invitados; o se explora mucho más con pianos, tal como ocurre en el tema que le da nombre al disco o «Dìselo».
Sin embargo, uno de los puntos más altos del disco resulta «Al final que somos», un corte rockero, en donde las guitarras se llevan el protagonismo, una con distorsión marcando una base rítmica y otra que puntea agudas notas de fondo, mientras Daffunchio pregunta «¿Qué pasó?», aunque no en reclamo de explicaciones, sino a modo de conclusión tras describir una sensación de aceptación del presente, aunque poco se parezca a los deseos del pasado.
Por supuesto que hablar de madurez en Las Pelotas presupone unos primeros años de historia más caóticos en ese plano, más allá de que cierta desprolijidad dotaban al grupo de otros ingredientes que lo posicionaron como uno de los números indispensables en la escena local.
«La música de Las Pelotas es la música de Las Pelotas siempre, y sale en un disco o en otro. Nuestro desafío siempre es tratar de igualar o superar lo que hicimos antes. Los objetivos que nos pusimos, intelectuales y emocionales, se cumplieron y eso es lo que más importa. Cada disco es una etapa de tu vida distinta y está reflejado ahí», opinó el ex Sumo.
Actualmente, la banda está integrada por Daffunchio, Schachtel, Gabriela Martínez, en bajo; Gustavo Jove, en batería; Tomás Sussmann, en guitarras; y Alejandro Gómez Ferrero, en trompeta; y en este disco contó como invitados con los mencionados Terán y Casalla; Marcelo Blanco, en percusión; y Uriel Mackern, en guitarra.
Grabada en los estudios Los Ángeles Nono y Romaphonic, y producida por Daffunchio y Schachtel, la placa será presentada el próximo 25 de abril, en el porteño Hipódromo de Palermo.
En tanto, el gran público tomará hoy contacto con la totalidad del trabajo, del que hasta ahora sólo había conocido las canciones «Dando vueltas», «Nadie fue» y «Ya lo sabés», aunque Daffunchio confió en una buena recepción.
«Todos los discos que hicimos estábamos convencidos que eran extremadamente buenos. Siempre creemos en lo que hacemos. Sabemos que hay que poner todo para momentos como el de hoy, en donde el disco ya no nos pertenece porque le pertenece a la gente. Lo interesante es llegar a este momento con la certeza que hiciste todo lo que quisiste hacer», concluyó.
Escuchá el disco completo
Fuente: Télam