Las Cosas Invisibles sobre “Apología del salto”: “Este disco aparece tras un proceso muy concreto en mi vida, una especie de apertura, de transformación de mi conciencia, de mi manera de ver el mundo”

A solo 10 días de presentar su nuevo álbum de estudio “Apología del salto”, “Las Cosas Invisibles” habló en exclusiva con ambiente.com.ar y detalló como fue el proceso para alcanzar esta obra.

La cita de presentación es el próximo sábado 25 de noviembre, a las 20.30, en Rondeman (Lavalle, 3177), aún hay entradas disponibles.

De esta manera, la banda lideraba por Damián “Echave“ Caputo reveló que: “Las Cosas Invisibles es un proyecto que nace ante mi necesidad de escribir. Me pareció mucho más interesante el concepto de la invisibilidad que mi propio nombre”. Luego agregó: “La idea de formar una banda y la posibilidad de vestir las canciones en ese formato surgió en torno a una sala de ensayos que yo tenía en mi casa, y en la cual nos conocimos”.

La agrupación está conformada por Agustina Perrotta en bajo, Leo Leonardi en batería, José Sánchez en guitarras y producción, y “Echave” como voz, guitarras y piano.

Sobre la cantidad de temas de la placa, el proceso de selección, y previa composición, dijo: ”Este disco en particular aparece luego de un proceso muy concreto en mi vida, una especie de apertura, de transformación de mi conciencia, de mi manera de ver el mundo. Por eso, digamos que las canciones “se eligieron solas”, y fueron quedando agrupadas las que contaban específicamente ese momento tan particular”.

Las letras tienen una carga social y emocional muy grande, ¿Toda la banda escribe?, lo hace uno solo o algunos integrantes nada más? y ¿Cómo se trabajan esas canciones en cuánto a lo musical, más allá del texto?

Suelo decir que no soy un compositor muy prolífico, lamentablemente. Así que suelo sentarme al piano o con la guitarra, cuando ya no puedo más, y la necesidad o la angustia me arrinconaron. Puede ser una razón para que las canciones tengan una carga emocional tan fuerte. Muchas veces me conmuevo mientras escribo… como una especie de parto, me emociono o me sorprendo a mí mismo al darme cuenta de lo que acaba de nacer. Es como un ejercicio de auto-conocimiento, que me da una sensación de paz.

En nuestro primer disco, si bien habíamos hecho una preproducción con José (Sánchez, productor de la banda), se había dado una dinámica mucho más de creación en la sala de ensayos.

“Apología del salto” nació durante los encierros del 2020. Así que tuvimos que trabajar diferente. Inicialmente de a dos con José, llevándole las canciones, y el proponiendo cómo vestirlas. Y después grabando cada une en su casa, o en casos puntuales en estudio.

El nombre de la placa, ¿A qué hace referencia? Al mismo tiempo, ¿Cómo fue elegida la foto de arte de tapa?

Suelo decir que Las Cosas Invisibles es una invitación a mirarnos. Tanto el nombre como la foto de la tapa pueden tener distintos significados.

En lo personal, creo que durante el proceso que atravesé, pude ver con claridad un sistema humano colapsando. No solo a nivel climático y ecológico, sino en términos sociales, energéticos, alimentarios, y también éticos.

Me di cuenta de que la forma actual de existir es insostenible a todos esos niveles. Empecé a dudar, a cuestionar cosas que nunca me había cuestionado a mi mismo. Y de repente me encontré con preguntas muy incómodas, vinculadas a mi propia historia. Terminé pudiendo ver mi propia violencia, y necesité hacerme cargo de ella.

De alguna manera, el toro de la tapa del disco, puede simbolizar ese salto que necesitamos como civilización para recordar quienes éramos antes del productivismo que nos tiene alienados, alejados del SER. O también, puede leerse como un cuestionamiento a la soberbia humana, el antropocentrismo que hizo de las demás criaturas con las que cohabitamos el planeta, meros objetos, “cosas” comercializables.

Lo más interesante para mí, es que la invitación del disco es a mirar hacia adentro.

Vi en YouTube que varios de las temas tienen video: ¿Cómo fueron producidos y cómo surgieron las ideas para cada uno?

Sí, trabajamos mucho desde lo audiovisual. La mayoría de las canciones se me aparecen con imágenes, o me sugieren una historia. Me gusta escribir guiones. Imaginar y plasmar, y luego se inicia un proceso de trabajo.

Tuve la suerte de contar con dos directores como Diego Barbatto y Salvador Lencina, y con Patu Leonardi, que además de ser mi compañera, es una actriz multi-talentosa. Con mucho orgullo, tras dos años muy intensos, puedo decir que, de las nueve canciones del disco, seis tienen su video. Lo cual es mucho trabajo, para una producción independiente.

¿Cómo se preparan para la presentación del próximo 25?

Con felicidad sobre todo. En proyectos como este, es muchísimo el trabajo debajo del escenario. Así que cuando estamos arriba, que es un ratito, el disfrute se vive casi como un premio al esfuerzo. Y el “estado de presencia” un regalo que no hay que perderse.

Sinceramente, en tiempos de apogeo del entretenimiento siento que al arte hay que celebrarlo. Me imagino el sábado 25 como un abrazo colectivo donde las protagonistas sean las canciones, las cosas invisibles.

A poco de cumplir 10 años, ¿Cuáles son los próximos pasos a seguir y objetivos de la banda?

Antes de que termine el año vamos a filmar con Diego Barbatto el videoclip de “Días que nunca podré agradecerte”, la canción que cierra el disco, y habla sobre mi hijo y cómo me atraviesa la paternidad.

Siento que el año que viene va a ser un tiempo de cosecha. Deseo de todo corazón poder continuar regando cosas invisibles por ahí.

Mi sueño mayor es parecerme lo más posible a mí mismo, y en el camino, en este mundo de la sobreinformación y la multi-estimulación, lograr que muchas personas al mismo tiempo cierren los ojos conmigo, y vean cosas invisibles.