Hablamos con Walter Lezcano autor del último libro sobre Andrelo. Este ensayo, de 200 páginas, está basado en los discos: “Alta suciedad”, “Honestidad Brutal” y “El Salmón”. El texto además de grandes entrevistas, como al Indio Solari, tiene análisis de canciones y del país en una época dura.
En una entrevista con Rock de la Calle, Mendoza confiesa que no es fanático de Calamaro, pero si siempre “me interesó la figura de Andrés como esa suerte de solista o por lo menos gran solista del rock nacional que todavía no había tenido como su lugar dentro del estudio de objetos culturales como si había pasado con Charly, Fito, Spinetta”.
“Tiene canciones que son caballo de Troya, lo importante viene adentro del corazón de la canción. Como que eso no se valoraba mucho en Andrés, y me parece que este libro también era como un acto de venganza, porque esto no había pasado con él”, revela Walter.
“Siempre me había pareció una persona que tenía un tipo de canción pop, pero que admitía otras lecturas que escapaban a ese marco digamos inofensivo, si querés. Es decir que tenía dentro de sus canciones elementos más complejos, más difíciles e incluso a veces peligrosos”, cuenta sobre el origen de cómo nació este publicación sobre Andrelo y recuerda “muchas veces habíamos hablado con mis amigos de estas cuestiones y sobre todo del Salmón como experiencia y como cercano a ese momento, salió en el 2000, del país que fue el estallido del 2001”.
Más tarde dice que “en el momento que surgieron esos dos elementos: lo social, lo político y económico, más el momento extraordinario en el sentido que estaba por afuera de lo normal, y también momento extraordinario de Andrés, que había llegado a algo muy añorado con Alta Suciedad, el segundo disco más vendido de la historia del rock nacional y después… 2 o 3 años después lo encontramos encerrado en una casa en Recoleta, y lo que se contaba era que estaba consumiendo más que nadie y componiendo también más que nadie. Y en algún sentido estaba derrumbando todo lo que había logrado. Hubo una especie de reclusión post Salmón”.
De esta manera, Walter asegura con cuando vio todo esto “me pareció que ahí estaba la posibilidad de leer algo, había una historia fuerte”. Por otro lado “siempre fui muy fan de los ensayos de rock que permiten la posibilidad de leer un momento desde un territorio particular. Estados Unidos, Alemania, Inglaterra o sea, entrar a la historia grande de un país por las canciones, por un artista».
“Sentí que ahí, con el Salmón había algo interesante, como alguien puede llegar a este tipo de estado, e indefectiblemente tuve que ir un poquito más atrás y empezar a reconstruir esa historia junto con Alta Suciedad y Honestidad Brutal, como una trilogía involuntaria que todavía se mantiene, es el más duradero. Lo que le dio el repertorio que todos mas conocen de él”, comenta el autor sobre su libro.
Sobre el momento en que encontró el punto para desarrollar la historia dice: “Vi los tres discos y el momento del país. Lo vi muy claro y empecé a tomar notas, como un posible índice del libro. Digamos, de que sería interesante hablar y vi que había muchas puntas para desplegar”.
Luego recuerda: “Lo que hice fue bastante prosádico. Me puse a escuchar los discos otra vez. Serían disco único de Alta Suciedad, disco doble de Honestidad Brutal y los cincos discos de El Salmón. Ya los había escuchado todos varias veces, y me senté a escucharlos con una perspectiva de análisis más rigurosa. Entonces ahí tuve en claro el perfil de las obras. Comencé a investigar a recapitular todos esos años a nivel político y social. Estamos hablando del período 97-2000, de lo que había pasado. Para entender al país en esos años. Después empecé con las entrevistas”.
“Entonces entrevista a sus compañeros de ese momento: Gringui Herrera, Marcelo Cuino Scornik, Guido Nisenson. A Herrera como guitarrista compositor, a Marcelo Cuino Scornik como compositor súper cercano. Hermanos prácticamente. Amigos de la infancia, de la adolescencia. Y después Guido Nisenson que era su técnico de sonido, donde se presentó en vivo “Alta Suciedad” entra Nisenson entonces, muy compañero de él me daba todo el proceso de ese disco. Después Jorge Larrosa, que fue un compañero de él en la etapa de “El Salmón” también junto con Scornik, y después tuve la posibilidad por intermedio de un amigo (Marcelo Figuera, periodista e increíble escritor, de conseguir una declaración del Indio Solari. Donde habla de que como lo conoció a Andrés, que es lo que admira de él y eso es raro”, dice Walter aun contentó por semejante aporte para su libro.
En tanto, asegura que también participan Roberto Pettinato y Germán Daffunchio, quienes no tienen palabras tan generosas con Andrés: «La matan directamente».
Además contó que una vez que tenía todo este material terminado comenzó a investigar la parte gráfica de los mencionados discos y toda la cobertura sobre estos en la prensa. “Quería hacer un libro que no solo hable de un artista, sino también de una época del país. Como se va preparando el país. Como se va cocinando ese guiso espeso. Hay una simbiosis, entre el momento que vivía el país y el momento que vivía Andrés . En el 97 estaba el desencanto con Menem. El traspaso con De La Rua lo agarra Andrés en el 99 con la salida de Honestidad Brutal, un disco doble, 37 canciones. Habla de corazones rotos, destrucción, encierro y más, mientras que el país empieza a sentir el cimbronazo del traspaso del Justicialismo a De La Rua. Y hay mucho para pensar que con Andrés estas corazones rotos no serían también el proceso de la rotura del país”, comentó Lezcano.
“Hay un detalles bastante interesante, en el tema Alta Suciedad hay una parte que dice: “Señor banquero, devuélvame el dinero” y todavía no era el quilombo de los bancos. O sea pensemos en esa frase solamente. Que tipo de artista es Andrés que estaba conectado con algo que no había pasado. Hay señales que lo marcan que era un tipo en contacto con su época, por su calidad social a pesar de estar sumido en una realidad propia, personal y tóxica”, sintetizó el autor de Días distintos.
Por último, ante la consulta asegura que “hablar con Andrés para el libro no me iba a sumar mucho porque él es el creador de la obra, en el momento del ojo del huracán. Y eso es lo que analice. Cuando salió el libro le llegó. Lo leyó y recomendó en Twitter. Y después empezó un intercambió de audios por Whatsapp muy buena onda. La verdad que fue increíble”.